Otros dos taxis sufrieron ayer ataques en el aeropuerto de San Pablo,
después de que el pasado lunes por la tarde un taxista encontrara su
coche con las cuatro ruedas pinchadas cuando volvía de recoger a unos
clientes. Los tres ataques se han registrado en menos de 24 horas y a
vehículos cuyos titulares son ajenos a la asociación mayoritaria entre
los profesionales que trabajan en el aeródromo. El director del área
municipal de Movilidad, Enrique Medina, se reunió ayer con uno de los
afectados y le prometió que se intensificará la presencia policial en la
terminal para impedir más destrozos.
Pese a ello, y apenas unas horas después de la promesa de
intensificar el número de agentes, dos taxis volvieron a sufrir
pinchazos en el aeropuerto. El primero ocurrió por la mañana en el
aparcamiento de autobuses, el mismo escenario del ataque del lunes, y el
segundo al mediodía en la puerta de lo que se conoce como el Palenque,
donde el conductor había ido a apuntarse en un registro en el que
informan a sus compañeros del aeropuerto que van a ir a recoger a unos
clientes y aportan la hora, el vuelo y el nombre de la empresa que ha
contratado los servicios.
Los dos vehículos dañados ayer sólo sufrieron pinchazos en una
rueda, de manera que el conductor pudo cambiar el neumático sin tener
que solicitar la asistencia de la grúa. En el caso ocurrido el lunes,
fueron las cuatro ruedas, lo que obligó a tener que retirar el vehículo
mediante la grúa, al tiempo que la Policía Local levantaba acta de lo
ocurrido.
Por su parte, el presidente de la Unión Sevillana del Taxi,
Fernando Morales, condenó estos actos que calificó de "terroristas" y
pidió, además de la mayor presencia policial, que el registro de
conductores sea controlado por la Policía.
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